Después de varios intentos fallidos de escribir algo en el mes de febrero, y de no poder juntar dos palabras siquiera, para transmitir lo que tengo adentro, llegué a la conclusión de que debo honrar mi revoltijo interior. Otra montaña rusa momentánea, que a veces parece eterna, me llevó por un viaje de tres semanas en las que repasé cosas…de nuevo, pero ahora con la claridad de que estuvieron ahí porque son parte de mi constante reingeniería y la permanente evolución…antes de ver la obra terminada, toca ver el proceso, los aciertos, los desaciertos, los sentimientos y decisiones que la moldearon.
La primera de todas, la maternidad, ese pequeño maestro que llegó a mi vida hace cuatro años (y que aún hoy me cuesta creerlo) me ha llevado a ir más allá del entendimiento de que los hijos no nos pertenecen…es algo mucho más grande aún…es la constante y diaria autorevisión, es la permanente cautela en el ejercicio del poder, son las inevitables caídas…y las respuestas amorosas recibidas de unos ojos que ven más allá de la persona que tienen enfrente. Es, como tantas veces lo he oído…algo más allá de la vida y de la muerte.
Seguir lidiando con el mundo?…nos toca. Sentimos que tenemos un pie en un lado y el otro en otro mundo completamente. De repente nos cansamos…nos angustiamos y le perdemos sentido a todo…no es que no se lo hallamos, es que se lo perdemos…Sin embargo, la aparente indiferencia, el cansancio y tedio se convierten en nuevas formas de ver el mundo. Porque es ahí, cuando dejamos ir, que finalmente dejamos de autosabotearnos y autoimponernos creencias, percepciones y viejos esquemas mentales. Nos descubrimos seres divinos respondiendo a un plan mayor, más grande, y vemos que al final…estamos siempre protegidos por un amor mayor. Paciencia…la luz sí existe al final del túnel, sólo debes seguir caminando. Sólo debes asegurarte de volver, de cuando en cuando, ahí…adentro…donde está una fuente de energía que es infinita.
Quien nunca falta…el amor…la gran frase…EL AMOR ES LIBERTAD…y de nuevo, aún sabiéndolo, nuestra existencia terrenal nos traiciona, y dudamos…pero…¿será que sí?, yo lo siento…creo que es mi complemento divino…pero…y va de nuevo la danza de la duda…de los temores…de los apegos. Pero…el amor es libertad…repeat after me…el amor es libertad. Lejos de protegernos, las barreras y autoprotecciones nos privan de vivir a plenitud y nos distancian de los seres que están en nuestro camino para mostrarnos una de las formas para comulgar con el universo…el amor. ¿Porqué siempre necesitamos el drama? Soltar es el secreto…let go…soltar dudas, soltar miedos…dejar ir lo que ya no es y disfrutar de las aguas mansas. Como me dijo una sabia…el tiempo de ser víctima ya pasó. La única persona responsable de nuestra felicidad, somos nosotros mismos…paso a paso, un día a la vez…nadie dijo que es fácil. Abrir los brazos, abrazar la vida…esa es la meta.
Y Finalmente…los maestros…no sólo los que nos abrazan y nos consuelan…y nos dan ánimos…también aquellos que nos dan fuerte, nos mueven en piso, nos enojan, nos decepcionan, nos ofenden, nos desafían, nos comparan. Ojo. Mucho respeto a esos maestros. Ellos son una manifestación física de algo que está pasando adentro, así que dejemos de un lado los juicios, la culpa y la crítica, y honremos las lecciones que nos traen…revisemos… que es lo que está pasando conmigo, adentro, que me encuentro con este maestro, en este camino, en este instante de mi vida. ¿Qué tiene el universo para mostrarme a través de él…de ella?.
Siendo este el tiempo de nuevos inicios…soñemos…soñemos por lo alto, por lo grande… ¿cuál es tu mayor anhelo? ¿Qué es lo más grande que podría pasarte, llegarte? Adentro…todo está ahí adentro. No te olvides de mirar de vez en cuando.